El rostro de una mujer joven no se parece al de una mujer adulta. La piel necesita cambios con la edad. Si tienes más de 50 años, debes seguir estos consejos para el cuidado de la piel.
A medida que envejecemos, las necesidades de la piel cambian y, por tanto, la rutina de belleza de la mujer debe cambiar al mismo tiempo. La piel de una mujer joven no es como la de una mujer madura. Aunque los primeros signos del envejecimiento comienzan a los 30 años, cuando se llega a los 50 años estos cambios se vuelven más evidentes en las mujeres. En esta etapa, el rostro necesita cuidados específicos firmes, para poder lucir un rostro descansado e hidratado.
Si tienes más de 50 años, aquí tienes algunos consejos que debes seguir para cuidar tu piel.
No existe un producto milagroso ni la eterna juventud y no existe una solución única para todas las mujeres maduras, porque cada una tiene un tipo de piel y problemas específicos. Sin embargo, cualquier persona mayor de 50 años debe seguir algunos consejos básicos para el cuidado de la piel. Te lo mostraremos aquí. Así que ten cuidado y tenlos en cuenta.
Después de los 50 años, las células epidérmicas muertas se acumulan en la superficie; entonces tienes que lavarte la cara todos los días. Y no sólo antes de acostarse. “Por la mañana es necesario retirar los restos de la crema que usamos por la noche y los restos que dejaron los ácaros después de la fiesta nocturna”, dice Mercedes Silvestre, doctora en medicina estética.
Los productos de limpieza cambian el pH de la piel, especialmente cuando ésta está delicada a cierta edad. El suero facial ayudará a restaurar el nivel óptimo de pH.
La crema hidratante es importante a cualquier edad y tipo de piel, pero a partir de los 50 es imprescindible. Por la mañana puedes aplicar uno de textura refrescante y ligera. “Por la noche las células de la piel se regeneran y por eso es importante aplicar una crema humectante que ayude en este proceso. En este caso puede ser más denso y nutritivo”, apuntan desde la marca La Crema Natural.
La importancia de la dieta para hidratar la piel madura desde dentro
Además de por fuera, la piel también debe hidratarse por dentro. Por tanto, si tienes más de 50 años debes beber mucha agua y seguir una dieta saludable. Las frutas son muy beneficiosas para la piel. Evite el alcohol y el tabaco.
El sol es uno de los factores externos más dañinos para la piel y también provoca manchas epidérmicas. Por lo tanto, conviene utilizar protector solar en el rostro todos los días. Si estás tomando el sol en la playa, en la nieve o en la piscina conviene renovarlo cada dos horas.
Aunque muchas veces sólo lo hacemos en verano, el protector solar facial se debe aplicar durante todo el año para prevenir manchas, envejecimiento cutáneo u otras afecciones cutáneas.
Con el paso de los años, los radicales libres dañan las células de la piel y, para prevenirlo, la vitamina C es excelente. Por tanto, si tienes más de 50 años, utiliza tónicos o sérums que contengan este ingrediente.
Es necesaria para el crecimiento, desarrollo y buen funcionamiento del organismo. La vitamina C es imprescindible en nuestra dieta.
Para cuidar las pieles maduras se recomienda utilizar tratamientos de acción intensiva por las noches. Por eso, los productos que contienen retinol o ácido glicólico no pueden faltar en tu rutina de belleza. El ácido glicólico tiene muchos beneficios para la piel del rostro.
Los exfoliantes faciales con partículas duras pueden rayar o irritar la piel en mujeres mayores de 50 años. Por ello, conviene utilizar uno ligero una vez por semana. “La exfoliación es fundamental para eliminar o disolver las células muertas que quedan en la superficie de la piel, dándole un aspecto seco y apagado”, afirman desde La Crema Natural.
Un masaje facial diario ayuda a las pieles de cualquier edad, pero es especialmente transformador para las mayores de 50 años. Esculpe los músculos faciales, define los pómulos y la mandíbula, mientras retiene los fluidos faciales, reduce la hinchazón, mejora la circulación y aumenta la producción de colágeno.
Si te gusta usar maquillaje para igualar el tono de tu piel y disimular imperfecciones, elige una base fluida que se difunda fácilmente y evita las secas o mate, que tienden a acentuar las líneas de expresión y arrugas.