La startup vasca KUVU impulsó su plataforma de alojamiento compartido que fomenta la convivencia intergeneracional con la unión de mayores de 55 años, dispuestos a alquilar una habitación libre en sus casas, con personas de otras generaciones que buscan un alquiler digno y asequible. El propósito de esta empresa social, que ya cuenta con una alta demanda, es contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas mayores, incrementar sus ingresos y, principalmente, reducir la soledad no deseada.
Hasta el momento, este programa de arrendamiento y ‘homesharing’ opera ya en 55 núcleos urbanos en Madrid, País Vasco y Barcelona, próximamente en el mercado europeo; y dispone de una creciente comunidad con más de 270 personas propietarias y más de 2.000 inquilinos demandantes.
Cuando el equipo realizó el estudio de mercado, detectaron que dos millones de personas mayores viven solas, y el 65% de éstas se siente aislada. A esta evidencia, se suma el hecho de que 4 de cada 10 jubilados tienen dificultades para llegar a fin de mes. Por otro lado, respecto al arrendamiento de una vivienda digna: la edad de emancipación juvenil es extremadamente alta, y una persona joven dedicaría, de media, el 81,9% de su sueldo al alquiler frente al 35% máximo recomendado.
Para solventar estos síntomas sociales graves KUVU introduce y escala programas de alojamiento compartido intergeneracional centrados en tres objetivos claros: estabilidad económica, prevención del aislamiento social y mejora de la oferta de alojamiento asequible. A través de la publicación de anuncios y el registro y control de los usuarios, la plataforma pone en contacto a personas mayores que quieren alquilar habitaciones libres, generar unos ingresos extra y prevenir la soledad, con jóvenes en busca de una vivienda digna.
A partir de ahí, el equipo ayuda a la persona anfitriona a seleccionar a su huésped mediante un proceso de cribado con el desarrollo de tests y entrevistas personalizadas que analizan la compatibilidad entre las dos personas.
El programa facilita un servicio de seguimiento de la convivencia con entrevistas individuales, gestión de pagos y mediación ante posibles incidencias y conflictos. Para la regulación del acuerdo, la entidad ha creado un contrato específico y único en España que regula la convivencia dentro del alquiler con unas normas básicas en relación a las tareas domésticas.