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Cambiar de trabajo a los 50... ¿es un buen momento?

La vida laboral de una persona no termina a los 50 años. Para muchos, la barrera de la edad puede convertirse en un muro infranqueable para seguir haciendo muchas cosas en la vida y en el trabajo. Nada más lejos de la verdad. Es cierto que la tasa de paro de las personas mayores de 50 años alcanza una media del 11%, según datos del INE. Sin embargo, es muy inferior a la tasa correspondiente a los menores de 25 años, ya que estos últimos superan el 26%.

Las organizaciones que tienen problemas para contratar personas mayores de 50 años a menudo se esconden detrás de clichés no probados. Por ejemplo, no se incorporarán a grupos formados por gente más joven, tendrán dificultades en la digitalización o carecerán de flexibilidad para adaptarse a los nuevos tiempos. Sin embargo, si algo hemos aprendido en estos dos años de pandemia es que cualquier aprendizaje o creencia puede ser fácilmente derribado, aunque parezca fuerte al principio. Y a todo esto tendremos que adaptarnos, jóvenes y mayores.

Cambiar de trabajo a los 50 años no tiene por qué ser una meta imposible. A nuestro lado tenemos una mochila llena de habilidades adquiridas a lo largo de la vida y de estos años de experiencia. Bastará con ser rápidos en promocionarlo, mostrarlo y actualizarlo con toda nuestra potencia para adaptarnos al mercado laboral. No es poco.

 

¿Qué hacer con mi vida a los 50?

La edad no debería ser una barrera para los cambios de trabajo. Puede cambiar de trabajo cuando sienta la necesidad de hacerlo y tener 50 años no debería ser una carga. Absolutamente. Preguntarse qué hacer con la vida a los 50 es completamente normal. Llegar a la inevitable quinta década puede llevarnos a mirar hacia un abismo. Pero los 50 de hoy no tienen nada que ver con los 50 de nuestros padres, madres, abuelos y abuelas.

A los 50 años, muchas personas ya tienen hijos mayores que estudian o trabajan en el extranjero. Por tanto, se reducen las responsabilidades familiares y hay más tiempo para disfrutar de la vida. Esto puede generar nuevos desafíos y ambiciones y, por supuesto, más tiempo para cumplirlos. Cambiar de trabajo puede ser una oportunidad para mejorar profesional y personalmente, pero no sin antes tener claros los objetivos, las habilidades a mejorar y el aprendizaje que te espera. ¡También es el momento perfecto para lidiar con ellos!

 

¿Qué hacer a los 50 años y sin trabajo?

No todas las personas tienen las mismas oportunidades laborales a los 50 años. Algunos pueden elegir y otros, por cualquier motivo, pueden quedarse sin trabajo y tener dificultades para contratar. ¿Qué hacer en estos casos? Pues nuestras recomendaciones son:


• Actualiza tu CV para mejorar tus habilidades y experiencia (pide ayuda si la necesitas).

• Dirige tu carrera profesional hacia donde querías (esto te ayudará a centrarte en tu búsqueda).

• Escribe una carta de presentación y/o motivación inspiradora (que enamore a la empresa a la que postulas).

• Busque ayuda profesional para orientar su búsqueda (puede enfrentar un proceso largo y complicado).

• Intenta centrar tu búsqueda de forma positiva, proactiva y esencial (el pesimismo no te servirá de nada).

• Contacta con entidades públicas y locales que te ayudarán a encontrar empleo (hay ofertas para mayores de 50 años).

• Infórmate de alguna de las siguientes ONG con planes de empleo: Cruz Roja, Cáritas, Fundación ONCE.

 

¿Cómo evaluar un cambio de trabajo?

Cambiar de trabajo a los 50 años puede ser una oportunidad para mejorar tu vida personal y profesional. Pero, ¿cómo saber cuándo es el momento adecuado para cambiar de trabajo?, ¿Qué riesgos, beneficios y consecuencias debo tener en cuenta antes de considerarlo? A continuación te damos algunas claves para valorar un cambio de trabajo a los 50 años:

¿Por qué quieres cambiar de trabajo a los 50 años? Es importante pensar en esta pregunta, porque la respuesta será (o no) la primera señal de un cambio en tu vida. ¿Tu trabajo te hace feliz? Debes tener en cuenta que no es un trabajo perfecto y encontrarás ventajas y desventajas en cada empresa. ¿Hay margen de mejora antes de tomar la decisión?

¿Cuál es tu objetivo profesional más allá de los 50? En este punto debes preguntarte si has cumplido tus aspiraciones profesionales, si tienes la oportunidad de avanzar en tu puesto de trabajo o si has llegado a lo más alto de la organización para la que trabajas.

¿Tiene alguna oferta interesante sobre la mesa? Si has recibido una oferta de una empresa o has participado en un proceso de selección porque quieres cambiar, podrás evaluar el cambio de trabajo con más datos. Aquí hay que valorar la seguridad laboral y, por supuesto, las mejoras que te darán nuevos puestos de trabajo (si son evidentes).

¿Cuáles son sus responsabilidades y obligaciones personales en este momento? Si tienes familia, probablemente también tengas responsabilidades relacionadas con la educación de tus hijos o el cuidado de tus padres, por ejemplo. Es posible que tenga una hipoteca o un préstamo. ¿Te compensará?¿financialmente? ¿Tendrás que viajar mucho? ¿Tendrás que mudarte?

Considere todos estos factores al evaluar un cambio de trabajo. Aunque la oferta parece atractiva económicamente, es posible que no puedas trasladar tu residencia o viajar fuera del país dos veces por semana.

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