La lectura puede influir positivamente en la calidad del sueño de los mayores de varias maneras:
- Relajación: Leer un libro antes de dormir puede ser una actividad relajante que ayuda a calmar la mente, reduciendo el estrés y la ansiedad.
- Ritual de sueño: Establecer un hábito de lectura como parte de la rutina nocturna puede señalar al cuerpo que es hora de descansar, facilitando la transición al sueño.
- Desconexión de dispositivos electrónicos: La lectura de libros impresos, en lugar de pantallas, reduce la exposición a la luz azul, que puede interferir con la producción de melatonina y el ciclo del sueño.
- Estimulación mental moderada: La lectura estimula la mente de manera que no es excesivamente activa, lo que puede conducir a un mejor estado de relajación y, por ende, a un sueño más reparador.
- Distracción de pensamientos intrusivos: La inmersión en una historia puede ayudar a desviar la atención de preocupaciones o pensamientos que podrían dificultar el sueño.
En general, la lectura puede ser una herramienta efectiva para mejorar la calidad del sueño en la tercera edad, promoviendo un ambiente propicio para el descanso.