El estrés puede hacer que engordes, y hay razones tanto físicas como emocionales detrás de eso. Cuando estás estresado, tu cuerpo libera cortisol, una hormona que puede:
- Aumentar el apetito, especialmente por alimentos grasos y azucarados.
- Favorecer el almacenamiento de grasa, sobre todo en la zona abdominal.
- Comer emocional: Muchas personas comen para calmar el estrés, lo que lleva a un exceso calórico sin hambre real.
- Menos actividad física y peor sueño: El estrés también puede disminuir tu energía, afectar tu sueño y reducir tu motivación para moverte o hacer ejercicio.
Bebidas que ayudan a reducir el estrés (y evitar subir de peso):
- Té de manzanilla: Relajante natural, ayuda a dormir mejor.
- Té verde: Tiene teanina, que promueve la calma sin sedarte. Además, es antioxidante y acelera el metabolismo.
- Agua con limón o infusiones de cítricos: Refrescante, hidratante y con propiedades que estimulan el sistema inmune y mejoran el estado de ánimo.
- Té de lavanda o valeriana: Efectos calmantes, especialmente útil por la noche.
- Leche dorada (Golden milk): Hecha con cúrcuma, leche vegetal y especias. Antiinflamatoria y reconfortante.
- Batido verde con espinaca y plátano: Rico en magnesio y triptófano, ambos buenos para el sistema nervioso y el estado de ánimo.
¡A qué esperas a probarlo!