Trabajar la flexibilidad a partir de los 65 años es fundamental para mantener una buena calidad de vida y prevenir lesiones. Aquí hay algunas recomendaciones:
- Ejercicios de Estiramientos: Incorpora estiramientos suaves que se enfoquen en las principales áreas del cuerpo, como cuello, hombros, espalda, caderas y piernas. Mantener cada estiramiento durante 15-30 segundos es ideal.
- Yoga o Tai Chi: Estas prácticas son excelentes para mejorar la flexibilidad, equilibrio y la fuerza. Además, ayudan a reducir el estrés y mejorar la concentración.
- Calentamiento Adecuado: Antes de realizar cualquier actividad física, es importante calentar adecuadamente para preparar los músculos y las articulaciones.
- Ejercicios de Bajo Impacto: Actividades como caminar, nadar o andar en bicicleta son buenas para el cuerpo y ayudan a mantener la flexibilidad sin poner demasiada tensión en las articulaciones.
- Hidratación: Beber suficiente agua es esencial para la salud general y la flexibilidad de los músculos.
- Consulta con Profesionales: Siempre es recomendable consultar a un médico o un fisioterapeuta antes de comenzar un nuevo programa de ejercicios, especialmente si hay condiciones de salud preexistentes.
Incorporar estos hábitos de forma regular puede ayudar a mantener la flexibilidad y mejorar la movilidad general.