Todo deportista sufre una lesión de vez en cuando. La cuestión es que, cuando eres joven, es fácil recuperarse de ese daño. Sin embargo, a medida que envejecemos, el cuerpo requiere más esfuerzo y tiempo para superar esta lesión, lo que hace que el proceso de vuelta a la normalidad sea algo más complicado que hace unos años. Por lo general, este cambio comienza a hacerse más notorio después de los 50 años.
Estas son algunas de las lesiones más comunes, como explica el Dr. Juan Carlos Vargas Decamps, profesional del Centro de Proloterapia y Manejo del Dolor:
El Consejo Superior de Deportes ofrece algunos consejos para prevenir estas lesiones y, en caso de producirse, curarlas lo más rápido posible:
En general, los esguinces se pueden evitar siguiendo algunas recomendaciones básicas: evitar la fatiga muscular, descansar en el momento adecuado, hidratarse adecuadamente, llevar una buena alimentación orientada a una buena musculatura, evitar terrenos inestables, intentar correr por terreno blando o de tierra con pocas piedras. Utilice el calzado adecuado (que sujete todo el arco interno del pie), no use zapatos holgados y aumente gradualmente el ritmo de la actividad (sin marcarse metas altas desde el primer día).
Por otro lado, el hielo es uno de los mejores aliados, utilizándolo en las primeras 48 horas, independientemente del nivel de la lesión. "La inmovilización también es importante en los primeros días; Dependiendo del nivel de la lesión, se inmovilizará con una venda elástica o una venda rígida (tipo yeso)”, dice el Dr. Lillo.
Para la fascitis plantar, estirar los músculos de la pantorrilla antes del ejercicio o masajear la planta del pie con una pelota de golf antes y después de los entrenamientos puede ayudar a aliviar o prevenir esta afección. No debemos perder de vista la edad de preparación para cualquier actividad física, las condiciones físicas genéticas y la salud cardiovascular.
La actividad física regular es un factor protector importante en la prevención y el tratamiento de enfermedades. También previene el deterioro cognitivo y los síntomas de depresión y ansiedad y ayuda a mantener un peso saludable.
Los adultos mayores de 18 años, según el Ministerio de Educación, deben acumular al menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada por semana, o al menos de 75 a 150 minutos de actividad física de intensidad vigorosa, o una combinación equivalente de actividad física moderada. -Actividades de intensidad y actividades de intensidad vigorosa. Además, actividades de fortalecimiento muscular de intensidad moderada o mayor para trabajar todos los grupos musculares principales dos o más días por semana.
Actividad Física Aeróbica Recomendada en base a la frecuencia cardíaca de un adulto, se consideraría caminata rápida cuando alcance entre el 60 y el 80% de su máximo, que generalmente se calcula restando 220 por la edad. Otra forma de considerar rápido son los pasos: menos de 100 por minuto. O simplemente teniendo en cuenta que al caminar cuesta respirar pero sí hablar, por ejemplo.
En cuanto a los beneficios específicos de caminar a paso ligero y del ejercicio físico en general, según el Ministerio de Educación, en adultos, incluyen: