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Talento senior que no te puedes perder

Se enfrentan a un mundo laboral hostil que excluye a los trabajadores mayores debido a su edad, pero también a un sistema que les anima a seguir trabajando cada vez más años para cobrar una pensión de jubilación decente.

"A mi edad, ¿quién me contratará?" Esta reflexión resuena en las personas de mediana edad cuando buscan trabajo o piensan en cambiar de trabajo. No es infundado. Preocupados por el futuro del empleo, los datos no son alentadores. En España hay más de 800.000 personas mayores de 50 años trabajando. Esto es el 30% del desempleo total del país, y es una cifra que casi se ha duplicado en los últimos 10 años. En 2013, el porcentaje de desempleados en este grupo de edad era del 18%. Además, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), más del 50% de los parados de larga duración tanto en España como en todos los países de la Unión Europea son personas de entre 50 y 59 años.

"Las empresas no ven las posibilidades del talento senior, lo que puede aportar su experiencia", afirma Manel Fernández Jaria, catedrático de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). El profesor aboga por los beneficios de impulsar el cambio cultural en las empresas, que fomente la captación de este tipo de talento. Porque si no se hace por placer, se hará por necesidad, porque la sociedad está envejeciendo. La mayoría de la población española tiene entre 40 y 59 años. Las personas mayores constituyen, en igual o mayor medida que los jóvenes, el futuro más cercano del sistema laboral.

En resumen, los veteranos son trabajadores cuyo envejecimiento es más pronunciado. Pero no podrán jubilarse pronto: la edad media para ello ha sido de 65 años. Aunque sólo quienes hayan cotizado 37 años y 9 meses a esa edad podrán jubilarse con el 100% de su pensión. En caso contrario, la edad para acceder a la pensión es de 66 años y cuatro meses, siempre con 36 años y medio de aportes.

Y el sistema está cambiando para alargar la vida laboral. Porque no tiene otra opción. Según el informe Proyecciones de Población 2022-2072 del INE, en 2030 casi un tercio de la población española tendrá más de 60 años. Por este motivo, entre otras cosas, desde 2013 no se permite aumentar la edad de jubilación. El año que viene tendrán 66 años y medio, y para jubilarse a los 65 tendrán que cotizar 38 años. Y suma y sigue hasta el 2027, tendremos que tener 37 años de aportes para jubilarnos a los 67 y 38 años y medio para jubilarnos a los 65.

Olvidando las leyes

Será difícil que las personas mayores coticen lo suficiente para obtener una pensión digna, si España sigue liderando el ranking de países de la Unión Europea con mayor tasa de paro entre las personas mayores. La tasa de empleabilidad española del grupo está 10 puntos por debajo de la media europea, alcanzando el 60%.

A su vez, se espera que trabajen al mismo nivel que los trabajadores más jóvenes, independientemente de las exigencias físicas de su trabajo. En este sentido, el Decreto 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, "no dice una sola palabra a los trabajadores mayores", afirma el catedrático. La ley prevé adaptar los puestos de trabajo a otros colectivos, pero "se olvida de las personas mayores". Así, la realidad es que “tú puedes ser una persona de 65 años y seguir trabajando como albañil en la obra”, concluyó.

En resumen: el desempleo se concentra entre quienes se encuentran en la base de la pirámide poblacional, entre los ancianos y los jóvenes. Son muy diferentes entre sí, pero en la práctica son dos segmentos que no deberían luchar, sino complementarse. Así lo han destacado los profesionales de Adecco. "Los mayores no quitan puestos de trabajo a los jóvenes", dice el texto, "ocupan puestos que los jóvenes nunca ocuparían, tanto por la formación y la experiencia, como por la falta de personal suficiente", continúa.

Creciendo desde 2008

El empleo de las personas mayores, sin embargo, ha aumentado año tras año desde 2008 en Europa, "como resultado del proceso general de envejecimiento y de la prolongación de la vida laboral". La parte más importante de los empleados se concentra en el grupo de personas entre 55 y 59 años. A partir de los 60 años, la proporción se desploma y "se reduce a valores insignificantes entre los 65 y los 69 años", afirma el estudio.

Entre estos trabajadores activos, cada vez predominan más los que tienen un nivel educativo secundario, excepto en España y Portugal. Y en todos los territorios los trabajadores asalariados son superiores a los trabajadores por cuenta propia. Sin embargo, el trabajo por cuenta propia está ganando más fuerza entre los trabajadores veteranos que entre todos los demás grupos de edad. “Hay un millón de autónomos mayores frente a 200.000 autónomos jóvenes, pero sólo hablamos de emprendimiento juvenil”, criticó Iñaki Ortega, doctor en Economía. "Después de los 60 años, casi la única posibilidad de continuar en el mercado laboral es el trabajo por cuenta propia".

De hecho, bajo su responsabilidad aquellas personas mayores con discapacidad abandonan el mercado laboral más tarde. Y los empresarios de este grupo crean más puestos de trabajo que los jóvenes. Según un estudio de BBVA Research basado en países de la OCDE, cuanto mayor es la tasa de actividad de los trabajadores de mayor edad, menor es la tasa de desempleo juvenil.

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