"Jugar de nuevo"; Eso es lo que ha podido hacer una persona con parálisis cerebral gracias a un implante. Lo ha presentado un equipo multidisciplinar de investigadores que ha implantado en una persona con parálisis una interfaz cerebro-ordenador capaz de detectar y descodificar los movimientos de los dedos. El sistema alcanzó un grado de precisión que le permitió jugar a un videojuego.
Muchas personas viven con discapacidades motoras severas. Aunque se satisfacen muchas de sus necesidades básicas, siguen existiendo carencias en actividades sociales y recreativas, como los videojuegos.
Dos personas con lesiones de la médula espinal han podido no solo controlar un brazo biónico con su cerebro, sino también sentir bordes táctiles, formas, curvaturas y movimientos, algo que hasta ahora no había sido posible.
Las interfaces cerebro-ordenador se han reconocido como una posible solución para la restauración motora, pero los ejemplos actuales de esta tecnología han tenido dificultades con movimientos complejos, como los movimientos individuales de los dedos, que son útiles para actividades como escribir, tocar instrumentos musicales o usar un controlador de videojuegos.
Los nuevos interfaces cerebro-ordenador son capaces de proporcionar un vínculo de comunicación directo entre el cerebro y una computadora u otro dispositivo externo. Los más sofisticados de estos dispositivos usan sensores que se colocan quirúrgicamente en partes del cerebro que controlan el movimiento.
La interfaz fue implantada en la región cerebral responsable del control del movimiento de las manos, denominada giro precentral izquierdo, en una persona con parálisis de extremidades superiores e inferiores.
El sistema pudo predecir con precisión los movimientos de los dedos, permitiendo que el participante controlara tres grupos de dedos muy distintos, incluyendo movimientos bidimensionales del pulgar, en una mano virtual.
Este sistema logró un nivel de precisión y libertad de movimiento superior al que se había logrado previamente. Los autores siguieron con la aplicación de este control de los dedos a un videojuego. Los movimientos de los dedos decodificados por la interfaz fueron programados para controlar la velocidad y dirección de un dron virtual, permitiendo que el participante pilotara el dispositivo a través de múltiples circuitos de obstáculos como parte de un videojuego.